- Se reúnen una vez a la semana para jugar, aprender, compartir, hacer realidad sus sueños, realizar grandes y ambiciosos proyectos, conversar, reír… vamos, pasarlo bien.
- Por tanto, tienen suficientes horas para compaginar los scouts con los estudios, el trabajo, los amigos, la familia y otras actividades, ya sea aprender a tocar la guitarra o bailar hip hop.
- En parte, su vida, madurez y progreso scout se podría resumir así: Castores, Lobatos, Exploradores, Pioneros, Rutas y Responsables.
- Adoptan una peculiar pero inteligente actitud frente a las dificultades: enfrentarse a ellas con una buena sonrisa y energía.
- A medida que pasan los años, desarrollan una habilidad excepcional para hacer la mochila poniendo sólo lo imprescindible.
- Tienen una especial sensibilidad por lo que les rodea porque una de sus “obsesiones” es construir un mundo mejor.
- El espíritu de aventura, la curiosidad y las ganas de aprender jugando son inherentes en un scout.
- A los 10 años ya saben preparar el menú para 15 días, organizar un botiquín o preparar una actividad para que todos sus compañeros de rama se lo pasen en grande.
- No sólo se educan para la vida, también se educan para el cambio social, para hacer de este mundo un lugar más justo.
- Están muy contentos de que sus padres (o ellos mismos) tomaran la decisión de llevarlos a los scouts.
10 cosas que (quizá) no sabías sobre los scouts
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