La Plataforma te invita a organizar actividades en este Día
En el año 2010 se conmemoran 10 años de la entrada en vigor del Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil; por este motivo, el próximo 12 de junio “Día mundial contra el Trabajo Infantil”, las acciones de sensibilización se focalizaran en las peores formas de trabajo infantil (PFTI).
El Día mundial contra el Trabajo Infantil 2010 coincide con el compromiso de 80 países en la Conferencia Mundial de Trabajo infantil de La Haya, en la puesta en marcha de una Hoja de ruta hacia 2016 que traza los pasos para lograr la meta de eliminación de las peores formas de trabajo infantil en el mundo. También coincide con la publicación del Informe Mundial sobre trabajo infantil que la OIT publica cada cuatro años y que estima que, todavía, hay 115 millones de niñas y niños en las peores formas de trabajo infantil.
Las PFTI hacen referencia a: formas extremas de trabajo (esclavitud, trabajo forzoso, reclutamiento en conflictos armados); explotación sexual comercial (utilización en prostitución o pornografía); actividades ilícitas (utilización en tráfico de estupefacientes). Este tipo de PFTI se denomina trabajos intolerables y son prácticas contemporáneas de esclavitud y explotación económica.
También son PFTI los trabajos peligrosos, que son aquellas formas que por naturaleza o por las condiciones en que se realizan es probable que dañen la salud seguridad o moralidad de niñas y niños.
Para entender mejor las peores formas de trabajo infantil, queremos poner algunos ejemplos de famosos personajes de la literatura infantil.
Un primer ejemplo: la Cenicienta, ¿consideras que realizaba una peor forma de trabajo infantil? Cenicienta era una adolescente que desde el fallecimiento de su padre se encargaba de las tareas domésticas y del cuidado de sus hermanas y madrastra, es decir, realizaba el trabajo doméstico en el propio hogar y lo hacía bajo las siguientes condiciones: durante todo el día y sin descanso, en horario diurno pero también nocturno, y sin posibilidad de asistir a la escuela. Estas condiciones son propias de un trabajo peligroso y por tanto, una PFTI.
Otro ejemplo, Oliver Twist, que fue obligado a trabajar en diferentes actividades, la más significativa cometiendo robos. Sin duda, se trata de un trabajo forzoso de carácter ilícito, es decir, una forma intolerable de trabajo infantil y por tanto, una PFTI.
En la literatura hay múltiples ejemplos de PFTI pero también los hay en el terreno de la música. Sirva como ejemplo:
– «El Niño Soldado«, es una canción del grupo español Ska-p que hace referencia a la utilización de niños y niñas en conflictos armados.
– «La vas a pagar”, es una canción del grupo chileno Tiro de Gracia que hace referencia a la explotación sexual comercial de niñas, niños y adolescentes.
La música es una forma amena de acercar la realidad del trabajo infantil y sus peores formas, las causas y consecuencias y hacer partícipes a chicas y chicos de las posibles soluciones.
Igualmente existen numerosos manuales y guías con actividades lúdicas. Aquí compartimos una pequeña muestra de estos recursos:
– “Todos los Derechos para todos los niños y niñas. Cuaderno de actividades de educación para el desarrollo. Educación secundaria”. Es una guía elaborada por UNICEF que propone diferentes actividades sobre los derechos y entre ellos el derecho a la protección.
– Caja didáctica “Compartiendo realidades”. Es una caja que incluye una guía didáctica para trabajar con niños, y niñas y un DVD documental “Compartiendo un día cualquiera” de la organización Proyecto Solidario.
– “Kit SCREAM: Defensa de los derechos del niño a través de la educación, las artes y los medios de comunicación”. Es un material de la OIT integrado por varias guías para trabajar el trabajo infantil a partir de diferentes técnicas.
Para terminar proponemos hacer una visita on-line de la exposición de fotos “No es un juego” sobre las condiciones de vida y de trabajo de niñas y niños en América Latina y un acercamiento a las fotos de niñas y niños trabajadores realizadas por el fotógrafo Fernando Moleres.