Comedores escolares de verano: principal oportunidad para que muchos niños y niñas reciban una comida nutritiva

19 Jun, 2014 | ACTUALIDAD

Imagen de Unicef/Ajai Hirani

Desde hace dos o tres veranos empezaron a  surgir las primeras voces de alarma sobre problemas de nutrición infantil.

El comedor escolar se ha convertido en la principal oportunidad para que muchos niños y niñas cuyas familias atraviesan dificultades económicas reciban una comida nutritiva y adecuada para su edad. La única en los casos más extremos. ¿Qué pasa cuando los comedores cierran?

Muchas organizaciones e instituciones -entre ella la Defensora del Pueblo– han pedido a las administraciones responsables la apertura de comedores en verano para los niños que estén en mayor situación de vulnerabilidad. La respuesta de las administraciones es, de momento, muy diversa –se puede ver un repaso breve por Comunidades Autónomas en esta nota de Save the Children-.

No hay ninguna justificación para que haya niños en España que no reciban una alimentación adecuada. Ninguna. Y por tanto todas las medidas encaminadas a atajar esta situación deben ser bienvenidas.

LA APERTURA DE LOS COMEDORES NO ES MÁS QUE UNA MEDIDA DE EMERGENCIA

En primer lugar, porque tan importante es hacer algo como la manera en que se hace y las consecuencias que esto puede tener para los niños. La apertura de los comedores debe darse siempre en el marco de actividades educativas y de ocio que ayuden a los niños y eviten una imagen de un “comedor social infantil” que pueda estigmatizar a los usuarios.

En segundo lugar, porque la apertura de los comedores no es más que una medida de emergencia, necesaria para atender la urgencia de cada día (no olvidemos que una mala alimentación en los niños acarrea consecuencias para toda su vida), pero no suficiente. La solución a medio plazo debe consistir en ayudar a las familias que tengan dificultades para que ellas sean capaces de alimentar adecuadamente a sus hijos en su entorno.

Nota completa en la web de Unicef

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