UNICEF estima que más de dos millones de niños sufren desnutrición y necesitan con urgencia acciones vitales para sobrevivir a la sequía que afecta a los países del Cuerno de África. Medio millón de esos niños se enfrentan de manera inminente a condiciones de riesgo para sus vidas, con consecuencias de larga duración para su desarrollo físico y mental.
Esta crisis es la peor de los últimos 50 años. Los países más afectados son Kenia, Somalia, Etiopía y Yibuti.