¿Por qué un Día Internacional de la Niña?
Aunque la vida de las niñas mejora de forma constante, muchas de ellas aún son víctimas de horribles prácticas, como la mutilación genital femenina, la preferencia por un hijo varón —que suele dar como resultado el infanticidio femenino— así como el matrimonio infantil, la explotación y los abusos sexuales. Asimismo, es más probable que las niñas se enfrenten a la discriminación a la hora de recibir alimentos o asistencia sanitaria, y a menudo se ven superadas y desplazadas por los niños en todos los ámbitos de la vida.
Alrededor de mil cien millones de niñas forman parte de una gran generación mundial preparada para asumir el futuro. Como observa ONU Mujeres, la agencia de la ONU encargada de promover la igualdad de género, las niñas van al colegio, ayudan en casa, cuidan de sus familiares mayores y menores y se preparan para asumir las responsabilidades de la vida adulta. Las niñas desempeñan diversos papeles en el hogar, la sociedad y la economía. Por tanto, su progreso no solo es bueno para ellas; también lo es para sus familias, sus comunidades, las naciones y el mundo.
Sin embargo, una gran parte de ellas están en desventaja y sufren discriminación de género. Por poner algunos ejemplos, solo dos tercios de los países en desarrollo han logrado la equidad de género en la educación primaria, muchas niñas sufren aún prácticas horribles como la ablación, otras son obligadas a casarse muy jóvenes o con alguien que no han escogido, o se ven discriminadas en favor de un hijo varón.
En ese contexto, se enmarca la meta fijada en el Objetivo número 5 de la Agenda para el Desarrollo Sostenible que busca «lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas»
El propósito de poner fin a todas las formas de discriminación contra la niña sigue cumpliéndose sólo parcialmente, por lo que los gobiernos y las sociedades deben aumentar los esfuerzos si se quiere erradicar de verdad este problema. Las políticas y los programas que se han puesto en marcha deben incluir la obligación de tomar en consideración las distintas, y sobre todo urgentes, necesidades de la niña en cuanto a protección física ante la explotación sexual y física, la discriminación en todas sus formas incluida en la educación, y una mayor concienciación sobre las dificultades a las que se enfrentan las niñas hoy en día.