Seleccionar página

Educar desde el corazón

3 Mar, 2011 | ACTUALIDAD

balia_linda.jpgLa Fundación Balia para la Infancia, entidad miembro de la Plataforma de Infancia, organizó en el CaixaForum de Madrid, una Jornada de reflexión bajo el título: «Horizontes de la Educación». El encuentro contó con sendas  ponencias marco dotadas de un alto contenido educativo, muy interesante y enriquecedor para todos los públicos, especialmente para aquellos interesados en innovar en el ámbito de la educación.

Por una parte, la profesora neoyorquina y escritora Linda Lantieri, autora del libro «Inteligencia Emocional Infantil y Juvenil», que en la actualidad ejerce un cargo como directora del Programa de Resiliencia Interior (Inner Ressilience Program) en Nueva York, se dedica a cultivar la vida interior de estudiantes, profesores y escuelas, integrando el aprendizaje social y emocional con prácticas contemplativas. Por otra, el catedrático de Filosofía José Antonio Marina, Doctor Honoris Causa por la Universidad Politécnica de Valencia; Premio Giner de los Ríos de Innovación Educativa, ha dedicado su vida profesional a la investigación sobre la inteligencia y a la educación. Ambos hicieron valiosas aportaciones en el marco de la Jornada sobre Educación.

Lantieri destacó que los entornos de aprendizaje seguros promueven el apego a la escuela, la conducta prosocial, el pensamiento y las destrezas para la solución de problemas y facilita la enseñanza explícita de habilidades de los alumnos. Asimismo, mencionó los cinco recursos esenciales que todo joven necesita y merece tener:

  • Relación continua con, por lo menos, un adulto afectuoso con él o ella.
  • Lugares seguros y actividades estructuradas fuera de la escuela.
  • Un comienzo sano y un futuro que ofrezca grandes espectativas.
  • Una educación eficaz.
  • Tener la oportunidad de ayudar a otros. 

Lantieri defiende su propia filosofía: «Nuestros sentimientos determinan nuestra capacidad de aprender». Se trata de un enfoque de desarrollo positivo dirigido a los jóvenes y sus necesidades. Un enfoque basado en las fortalezas, que atienda tanto a los factores de protección como los de riesgo en la vida del joven, tomando en cuenta que los factores de riesgo aumentan las probabilidades de que se produzca un daño que al mismo tiempo impacte sobre su desarrollo positivo.

Por otro lado, Lantieri  insiste en la importancia de los adultos en la vida de los jóvenes. Es decir, necesitan de adultos dispuestos a dialogar con ellos sobre lo que les ocurre en el presente y lo que les podría deparar el futuro; adultos que se comuniquen con ellos regularmente y que se interesen por lo que hacen; adultos que les ayuden a encontrar algo que les apasione, sobre todo actividades de carácter creativo. 

talento.jpgPor su parte, José Antonio Marina defiende la educación desde diferentes escenarios. Educan los padres, educa la escuela, educa la sociedad…y todos nos debemos poner en marcha porque «para educar a un niño hace falta la tribu entera», apuntó.

Desde esta perspectiva, Marina plantea un enfoque positivo dirigido a los jóvenes y sus necesidades. Este proceso lo denomina Educación del Talento, que consiste en:

  1. Pasarlo bien.
  2. Estar bien acompañado, es decir, estar rodeado de un entorno familiar y social positivo.
  3. Dotarles de recursos para construir una seguridad del «reconocimiento».

Los recursos que debemos desarrollar en los niños, explica Marina, son los afectivos, emocionales, éticos, ejecutivos e intelectuales. Se trata de que un niño se sienta seguro de sí mismo, que adquiera confianza sobre sus propias competencias. En este sentido, Marina propone que se incluya un nuevo derecho para los niños y es el «derecho a tener éxito». Hacerles sentir por sí mismos que pueden ser exitosos y que tienen talento.

Cuando hablamos de una cultura avanzada, afirma Marina, hablamos de una cultura que «reduce» al niño. El niño debe aprender a controlar sus impulsos. Para ello, hay que educarlo para tomar decisiones, para que mantenga la decisión y la ejecute, pero sobre todo, hay que educarlo desde el corazón. La valoración importante no se centra en la inteligencia que se tenga sino en cómo la gestionas. Asimismo Marina, al igual que Lantieri, estuvieron de acuerdo en la importancia de las emociones a lo largo del desarrollo del niño. Así, Marina lo afirmaba en el encuentro: «de nada vale que el entendimiento se adelante, si el corazón se queda».

La jornada finalizó con una mesa redonda en la que participaron personalidades del mundo empresarial, educativo, del sector de acción social y de los medios de comunicación. El objetivo de la mesa ha sido conocer la visión y la importancia que se le da a la educación desde diferentes perspectivas.

Enlaces de interés

 

Compartir