Nuestra planificación económica refleja nuestras prioridades, Educo observa que la educación no está entre las prioridades del gobierno en los Presupuestos Generales del Estado de 2018, cuando garantizar una educación de calidad debería ser primordial. El gasto que cada familia destina a la educación de sus hijos e hijas aumenta cada vez más: entre 2009 y 2015 se incrementó en un 34%, una tendencia que no se refleja en la inversión que hace el Ministerio de Educación. En concreto, la educación en los presupuestos generales representa un 0,7% del gasto público total. Igual que el año 2017, 2016 y 2015. Esto demuestra un nivel de compromiso muy bajo y que no parece que vaya a cambiar.
Tampoco encuentran las necesidades básicas de niños, niñas y adolescentes reflejadas como prioridad clave en los presupuestos generales de este año. Los presupuestos de 2018 prometieron 346 millones para “la protección familiar y la lucha contra la pobreza infantil”, una cantidad que puede parecer enorme. Y lo es en otros contextos, pero, teniendo en cuenta que casi 1 de cada 3 niños y niñas vive en riesgo de pobreza y exclusión social en España, es plenamente insuficiente. Nunca podremos erradicar la lacra de la pobreza infantil sin una inversión que muestre la importancia del bienestar de la infancia en nuestra sociedad.
Se habla de la salida de la crisis, sin embargo, una parte importante de la sociedad sigue instalada en la pobreza, en la desigualdad y en la precariedad. La educación es una herramienta clave en esta lucha contra la pobreza. Aun así, acceder a una educación de calidad está en peligro para muchos niños y niñas que viven en situaciones de precariedad y exclusión, a quienes el sistema no les respalda.
Más información en el informe de Educo:
Valoración del proyecto de Presupuestos Generales del Estado 2018 en clave de infancia (abril 2018)