Los niños de la recesión, así se llama el estudio realizado y publicado recientemente por Unicef sobre el impacto de la crisis económica en el bienestar de la infancia y adultos jóvenes en los 41 estados más desarrollados del mundo.
El estudio arroja datos alarmantes de los efectos de la recesión económica y el gran impacto que ha tenido sobre los menores, el grupo social más castigado y menos protegido de la crisis, fracaso de las instituciones públicas de un gran número de países.
España se sitúa en niveles alarmantes en algunos indicadores básicos de bienestar, de acuerdo con las estadísticas europeas, uno de cada tres niños en España (2,7 millones) viven en la pobreza o en riesgo de exclusión. El informe de Unicef calcula que los niveles de pobreza infantil han crecido un 28% entre 2008 y 2012.
Unicef destaca las consecuencias que trae consigo la pobreza infantil y el sufrimiento de los niños y las niñas, el cual evoluciona con rapidez y se convertirá en una carga para el futuro, afectando los intereses demográficos, económicos y democráticos de cualquier sociedad, también advierte que “Incluso aquellos menos interesados en la pobreza de los niños deberían estar aterrados ante las consecuencias que se deriven de ella en las próximas décadas”.