16 de octubre: Día Mundial de la Alimentación
- El número de personas en riesgo de morir de hambre ha aumentado un 50% respecto al año pasado
- Solo se ha proporcionado el 29% de la financiación necesaria para prevenir esta situación
- Los impactos secundarios de la COVID-19 combinados con conflictos y desastres naturales crean una emergencia de hambre que amenaza la vida
Madrid, 15 de octubre de 2020: World Vision advierte que más de 19 millones de personas, incluidos 10 millones de niños y niñas, están en riesgo de hambruna en 12 de los países más frágiles del mundo debido a una combinación mortal de conflictos, los impactos económicos de la COVID -19 y los desastres naturales relacionados con el clima.
World Vision teme que, si la comunidad internacional no aumenta los fondos para satisfacer las necesidades alimentarias urgentes en estos y otros contextos frágiles, millones de personas podrían morir. Hasta ahora, solo se ha recibido alrededor del 29% del presupuesto necesario para prevenir una posible hambruna.
Andrew Morley, presidente y director ejecutivo de World Vision International, afirma: “Los niños de todo el mundo se enfrentan todos los días a un hambre devastadora. Las señales se dejan ver claramente. Varios países corren el riesgo de verse sumidos en situaciones de hambruna. Necesitamos fondos para apoyar a los niños de todo el mundo, y los necesitamos ahora mismo”.
Los países que antes de la pandemia se encontraban ya en crisis debido a los conflictos son los que corren el mayor riesgo de sufrir hambrunas. La República Democrática del Congo, un país sumido en un conflicto durante décadas tiene ahora 5,7 millones de personas en riesgo de morir de hambre. Esto representa un aumento del 77% en comparación con 2019.
“La COVID-19 supone una conmoción más para los niños y niñas más vulnerables que viven en contextos frágiles que se enfrentan a múltiples crisis, incluido el conflicto armado, que afectan gravemente a su acceso a alimentos nutritivos”.
“Las restricciones impuestas para contener la propagación del virus continúan afectando de forma más gravosa a los ingresos de las familias pobres, lo que se traduce en que no tienen dinero suficiente para comprar alimentos. Conflictos y COVID-19 son una combinación desastrosa, lo que hace que sea increíblemente difícil conseguir ayuda para los niños y las familias que más la necesitan. No existe una red de seguridad social para apoyar a estas personas y es por eso que la comunidad internacional debe intensificar su ayuda urgentemente», añade Andrew Morley.
El hambre aguda ha ido en aumento durante los últimos 4 años, alcanzando un pico de 135 millones en 2019 debido a una combinación mortal de conflictos y un aumento de los impactos económicos y climáticos; la COVID-19 ha acelerado esta tendencia. En abril de 2020, el director del Programa Mundial de Alimentos advirtió que la cantidad de personas que padecen hambre aguda podría duplicarse debido a la pandemia de la COVID-19. World Vision está extremadamente preocupada por el hecho de que el número de personas que padecen hambre y desnutrición severa en los países más frágiles haya aumentado en un 50% en un año.