«Si no se detienen los matrimonios forzosos infantiles, en 2020 habrá más de 140 millones de niñas bajo esta situación que verán truncada su infancia y su futuro», así lo vaticinaba Concha López, portavoz de la Plataforma de Infancia y actual directora general de Plan España (entidad miembro de la Plataforma), en el marco de la inauguración de la Exposición fotográfica «Too young to wed» o «Demasiado joven para casarse», celebrada ayer en el Congreso de los Diputados en colaboración con el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
López ha recordado que recientemente el Congreso de los Diputados adoptó una declaración institucional contra el matrimonio forzado, que va a ser tenida en cuenta por Naciones Unidas.
Por su parte, Carmen Quintanilla, presidenta de la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados, ha advertido que los matrimonios forzados con menores de edad suponen una realidad que ha llegado a España de la mano de la inmigración y, aunque sin contar con datos oficiales, ha indicado que en Cataluña se registraron más de 300 casos.
Al mismo tiempo, la delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Blanca Hernández, ha destacado que en la actual reforma del Código Penal se tipificará el matrimonio forzado como delito y conllevará a penas de cárcel de hasta seis años. En el acto también tomaron parte durante la inauguración la directora del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) en Ginebra, Alanna Armitage y la embajadora especial para Asuntos Humanitarios y Sociales, Marta Vilardell.
La exposición es una iniciativa del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), que ha sido encargada a National Geographic y ha sido presentada en varias capitales del mundo con el objetivo de encaminar a la sensibilización de la opinión pública frente al matrimonio infantil, una práctica contraria a los derechos humanos. La muestra está compuesta por treinta y cuatro fotografías que relatan casos concretos de niñas que han sido forzadas a contraer matrimonio en diversas regiones del mundo.
La práctica del matrimonio infantil es común en más de 50 países en desarrollo en todo el mundo y no es un fenómeno exclusivo de ninguna religión o sociedad en particular. En la mayoría de las ocasiones tiene como objetivo remover a las niñas de la escuela. Por esta razón, la educación es el principal factor de protección contra el matrimonio infantil. Las niñas no quieren ser novias menores de edad.
El Comité de Derechos del Niño ha prestado especial atención al problema de la discriminación contra las niñas y ha recomendado que «tanto la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer se complementen y refuercen mutuamente y que sean utilizadas como marco esencia de una estrategia orientadas hacia el futuro para promover y proteger los derechos fundamentales de las niñas y las mujeres y eliminar de raíz la desigualdad y la discriminación».
La Plataforma de Infancia recuerda el deber de los Estados Parte de la Convención sobre los Derechos del Niño (incluida España) de cumplir con su obligación de respetar y aplicar los derechos de los niños y niñas. En el caso concreto de los matrimonios infantiles forzosos, su deber por erradicar una práctica que ha debido desaparecer hace siglos y que en la actualidad es insostenible. Por tanto, recuerda la obligación de cumplir con la Convención y de forma muy especial con los derechos fundamentales que dicha Convención establece: el derecho a la no discriminación, el interés superior del niño, el derecho a la vida, la supervivencia y desarrollo y la participación infantil.
«Demasiado joven para casarse» estará abierta al público y expuesta del 22 de septiembre al 3 de octubre en el Congreso de los Diputados.
Mas información
- Las imágenes son un trabajo de National Geographic titulado Child Brides
- Plan España, entidad miembro de la Plataforma de Infancia, ha impulsado la campaña global Por Ser Niña desde 2007 orientada a acabar con la discriminación de género que afecta a millones de niñas en todo el mundo, garantizando al menos 9 años de educación gratuita y de calidad para las niñas y rompiendo las principales barreras que impiden a las niñas ir a la escuela: el matrimonio temprano, el trabajo y la violencia en el entorno escolar.