Los niños y niñas de Siria viven en medio de la crisis humanitaria más importante que se recuerda. Estamos fallando en proteger sus vidas, su infancia y su futuro. Si bien su supervivencia es y debe ser la prioridad de todos, debemos ir más allá. Es un imperativo que puedan llevar una vida feliz, saludable y productiva después de abandonar Siria.
Según la ONU, tras ocho años del inicio del conflicto, 6 millones de ciudadanos han abandonado sus hogares en busca de sitios más seguros y más de 5.5 millones han huido del país, la mitad de ellos niños y niñas. Ante esta situación, World Vision se hace una pregunta, ¿hasta qué punto el estrés diario que sufren estos niños va a marcar de forma irreversible su bienestar emocional y físico?.
Para dar respuesta a esta cuestión, World Vision ha elaborado un informe después de hablar con más de 1.200 niñas y niños en Siria, Líbano y Jordania.
El informe de World Vision, “Más allá de la Supervivencia (Beyond Survival)”, ilustra cómo el conflicto ha alterado dramáticamente los entornos de vida y las estructuras sociales. Los niños explican que se han mudado a nuevos lugares, vivido en espacios reducidos, asistido a diferentes escuelas o a quedarse sin escuela, y que han perdido a familiares y amigos.
La encuesta ha revelado que en Siria, el 50% de los niños han sufrido violencia doméstica. En el Líbano, el 39% y en Jordania el 15% de los niños encuestados hablaban de una disciplina violenta en el hogar. De los que asisten a la escuela en Siria, el 42% ha sido testigo de una disciplina violenta por parte de los maestros y otros miembros del personal de la escuela. La sobrepoblación habitacional es frecuente en los tres países, y más del 70% de los niños encuestados viven en esas condiciones. Estos niños tienen el doble de probabilidades de experimentar violencia en el hogar.
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