Madrid, 24 de junio de 2021: El informe Rompiendo la cadena, publicado por World Vision revela que el matrimonio infantil se ha duplicado con creces en varias comunidades entre marzo y diciembre de 2020, en comparación con el mismo periodo de 2019. El hallazgo se corresponde con las predicciones de la ONG sobre la agudización de la pobreza tras el brote de COVID-19 que podría dejar a otros cuatro millones de niñas en riesgo de matrimonio infantil para 2022.
El personal de World Vision respondió a más del doble de informes de matrimonio infantil durante el brote de coronavirus desde marzo de 2020. La ONG sugiere que este aumento se debe a la pérdida de medios de vida durante la pandemia, al aumento de la pobreza y a la falta de acceso a la educación y a los servicios de apoyo.
Dana Buzducea, líder global de incidencia de World Vision afirma que «creemos que la infancia es sagrada, por lo que es desgarrador ver que cada año 12 millones de niñas se casan antes de cumplir los 18 años. Cada una de ellas es una tragedia con efectos de largo alcance: pupitres vacíos en las aulas, niñas tratadas como una mercancía, y la pérdida del potencial económico y social de cada una. Sabemos que la desesperación económica de las familias, la pobreza y factores culturales pueden impulsar el matrimonio infantil, especialmente en los lugares más frágiles del mundo. La pandemia de COVID-19 y los confinamientos han aumentado la presión sobre las familias, amenazando el derecho de las niñas a vivir una infancia segura y a desarrollar su potencial”.
«Otros cuatro millones de niñas podrían ser casadas a causa de esta pandemia, y ya lo estamos viendo en varias comunidades. No podemos permitirnos esperar; se arruinarán más vidas a menos que se realicen cambios cruciales para proteger a las jóvenes. Los gobiernos, los donantes y los socios deben hacer más para garantizar el cumplimiento de las leyes que protegen a los niños y niñas y diseñar una respuesta global sólida para acabar con el matrimonio infantil», añade Buzducea.
World Vision sostiene que la comunidad internacional debe trabajar para elevar la edad mínima para contraer matrimonio a los 18 años y garantizar la presencia y aplicación de leyes de prevención del matrimonio infantil.
La investigación reafirma que postergar las uniones de hecho y matrimonios y mantener a las niñas en el sistema escolar es clave para mejorar su desarrollo y optimizar sus oportunidades económicas y sociales a futuro.
«Las mujeres y las niñas son poderosos agentes de cambio para acabar con el matrimonio infantil. Dola tiene 16 años y con sus amigas ha salvado a cientos de niñas de ser casadas sólo en Bangladesh. Estas líderes juveniles están luchando por los derechos de sus compañeras, y al hacerlo están rompiendo la cadena de vulnerabilidad y desigualdad que provoca el matrimonio infantil», afirma Buzducea.
«El matrimonio infantil es una guerra para nosotras y somos guerreras. Un día venceremos» concluye Dola, 16 años, secretaria del Foro Nacional de la Infancia, Bangladesh, y líder juvenil de World Vision.