En el año 2000 y ante el aumento de los flujos migratorios en el mundo, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 18 de diciembre como Día Internacional del Migrante. Esta fecha se aprovecha para reivindicar los derechos humanos y libertades fundamentales de los migrantes y recordar los deberes de los Estados de protegerlos.
Trece años más tarde de la proclamación del Día Internacional del Migrante, en el mes de octubre, se celebró el Diálogo de Alto Nivel Dedicado a la Migración Internacional y el Desarrollo, en el que los Estados miembros adoptaron por unanimidad una Declaración en la que reconocen la contribución importante de la migración al desarrollo y llaman a una cooperación más amplia para afrontar los retos de la migración irregular y facilitar un flujo de personas seguro, ordenado y regular. La Declaración también enfatiza la necesidad de respetar los derechos humanos de los migrantes y de promover las normas internacionales de trabajo. Además, condena de manera firme las manifestaciones racistas e intolerantes y resalta la necesidad de mejorar la percepción pública sobre los migrantes y la migración.
Según datos de Naciones Unidas se calcula que en el mundo existen cerca de 232 millones de personas que buscan mejorar sus condiciones de vida en otros países diferentes a los de su origen. Dentro de este grupo, se encuentran un gran número de niños, niñas y adolescentes que cruzan las fronteras con o sin sus familias, exponiéndose a una serie de riesgos durante la trayectoria, como el trabajo peligroso, la trata de personas, la explotación sexual comercial y la utilización para actividades ilícitas (actividades calificadas como peores formas de trabajo infantil), el secuestro por razones económicas y la muerte.
Situación en España
En España la situación de los migrantes ha empeorado tras las llamadas devoluciones ‘en caliente’ que, según expertos en inmigración, no son nuevas. Los Gobiernos del PP y del PSOE llevan efectuándolas desde hace 13 años, aunque la forma de realizarlas cambió en marzo de 2014. Hasta entonces se llevaban a cabo de forma clandestina y, cuando alguna prueba las evidenciaba, el Ejecutivo solía limitarse a negarlas o ignorarlas. Hasta la tragedia de Ceuta.
El Gobierno actual asumió la devolución de 23 personas tras la sucesión de imágenes difundidas y la atención mediática despertada. Entonces surgió una nueva justificación, nunca antes admitida pero que, según el Ministerio del Interior, se llevaba aplicando desde 2005: «España empieza cuando se supera la totalidad del dispositivo antiintrusión». A partir de aquí, esta teoría se acopló a las diferentes particularidades de cada frontera y la Guardia Civil comenzó a expulsar inmigrantes de forma inmediata a plena luz del día y ante los objetivos de cada vez más periodistas.
Al inicio del presente mes se ha denunciado en los medios de comunicación la devolución en caliente de un menor de edad en la valla de Melilla. En este sentido, la Plataforma de Infancia recuerda la necesidad de tomar en cuenta la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) de obligado cumplimiento por todos los Estados Partes, incluida España, específicamente al artículo 2 sobre no discriminación, el 3 sobre interés superior del niño, el 10 sobre reunificación familiar, el 11 sobre retenciones y traslados ilícitos, el 20 sobre protección de niños y niñas privados de su medio familiar y el 22 sobre niños y niñas refugiados. Asimismo, retoma la recomendación realizada por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas a España en 2010 en materia de migración, “continuar vigilando la situación de los niños hijos de extranjeros en situación irregular, quienes, pese al marco jurídico vigente, siguen sufriendo discriminación”, por lo que sugirió la elaboración, en función de los resultados de dicha vigilancia, de una estrategia amplia que incluya medidas específicas y objetivos concretos».
Fundación Tierra de Hombres, miembro de la Plataforma de Infancia, ha contribuido con el análisis de la situación de los menores migrantes a través del el informe “Aproximaciones a la Niñez en Movimiento en España”, recientemente publicado y en el que analiza la particular situación de la Niñez en Movimiento desde una perspectiva de género, de derechos de la Infancia y derechos humanos con la que se pretende dar a conocer la realidad de este colectivo y contribuir al debate acerca de las políticas de protección que deben ir dirigidas a él.
El informe pone de relieve que en España hay más de 750.000 menores de 16 años con certificado de registro o tarjeta de residencia -por lo que la cifra con los no registrados aumentaría de forma alarmante- la mayoría procedentes de Marruecos (32%), seguido de de otros países (24%), Rumanía (13%) Ecuador y China (6%) Colombia, Bolivia y Bulgaria (3%) y Pakistan, Italia, Argelia, República Dominicana y Reino Unido (2%)
El informe hace también un llamamiento a los actores implicados en la toma de decisiones para llegar a nexos de unión y criterios comunes de forma que esta compleja realidad se aborde con prioridad en las agendas, dado que, según Maira Pizetta, periodista experta en EPD e Infancia, “la temática de la Niñez en Movimiento es invisibilizada en la política y en la mayoría de los medios de comunicación, y cuando se trata es estigmatizada con connotaciones negativas que confunden más a la sociedad”.
Tierra de Hombres también ha hecho sensibilización sobre esta cuestión y ha sido la responsable de la Campaña «Destino Incierto, protección de la niñez en movimiento» . Os recomendamos este vídeo:
Asimismo, Tierra de Hombres ha creado el manual “¿Qué puede hacer usted para para proteger a los niños, niñas y adolescentes desplazados?, material de referencia para que las organizaciones revisen sus métodos para prevenir la trata y la explotación de niños, niñas y adolescentes y para determinar si están garantizando el interés superior del niño a través de sus actividades.
En este manual, se puede encontrar la delimitación de conceptos como niños desplazados, prevención positiva, explotación o trata; ejercicios prácticos para evaluar los mecanismos de actuación de la organización en la que trabaja respecto a menores no acompañados; experiencias reales de niños y niñas desplazadas; soluciones a conflictos que se plantean cuando hay que tratar y proteger a un menor no acompañado; las obligaciones que tienen las organizaciones que trabajan con este colectivo y otros contenidos sobre derechos de la infancia y menores no acompañados.
Con este recorrido sólo queremos recordar que se están haciendo cosas para avanzar en la mejora de la situación de la infancia migrante aún cuando a día de hoy se considera un colectivo vulnerable y desprovisto de protección.