6 de febrero. Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina.
- 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo, han sido víctimas de mutilación genital femenina
- 44 millones son niñas menores de 14 años
- La MGF es una violación de los derechos humanos
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) «la mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos que, de forma intencional y por motivos no médicos, alteran o lesionan los órganos genitales femeninos». Asimismo, también se ha demostrado que «estos procedimientos no aportan ningún beneficio a la salud de las mujeres y niñas, todo lo contrario, pueden producir hemorragias graves y problemas urinarios, y más tarde pueden causar quistes, infecciones, infertilidad, complicaciones del parto y aumento del riesgo de muerte del recién nacido».
En la actualidad, según el último informe publicado por UNICEF La mutilación genital femenina: una preocupación mundial , destaca que alrededor de 200 millones de mujeres y niñas en todo el mundo han sido víctimas de esta práctica que se realiza, en la mayoría de los casos, en algún momento entre la lactancia y los 15 años. Lo preocupante de todo es que aunque los casos se concentran mayoritariamente en África y Asia, es un problema mundial que debe contar con la colaboración de todas las partes para su erradicación.
Datos de Naciones Unidas revelaron en el marco del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (6 de febrero) que del total de mujeres que han sufrido la mutilación genital femenina, 44 millones son niñas menores de 14 años. La mayor incidencia de esta práctica entre las niñas de esta edad se produce en Gambia, con un 56%, en Mauritania con un 54%, y en Indonesia, donde alrededor de la mitad de las niñas menores de 11 años han sido sometidas a la práctica. Los países con mayor prevalencia, según revela el informe de UNICEF de la mutilación genital entre niñas y mujeres de 15 a 49 años son Somalia, con un 98%, Guinea, con un 97%, y Djibouti, con un 93%. Si la tendencia actual continúa, para 2030 aproximadamente 86 millones de niñas en todo el mundo sufrirán algún tipo de mutilación genital.
¿Cuál es el reto de la comunicación para contribuir a la erradicación de la MGF?
Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, la Unión de Asociaciones Familiares (UNAF) organizó el 5 y 6 de febrero las V Jornadas Internacionales contra la Mutilación Genital Femenina bajo el título: El reto de la comunicación: construyendo conjuntamente un discurso transformador. Después de contextualizar la realidad de la MGF en cifras, UNAF ahondó en la importancia de la comunicación con destacados expertos procedentes de África y Europa para profundizar sobre el papel de los medios en la lucha contra esta práctica.
Ideas fuerza para periodistas
- Hablar desde las víctimas fue la primera necesidad más reiterada entre las ponentes.
- No abordar este tipo de información desde occidente partiendo de que su práctica es sólo una responsabilidad de las familias o la religión, especialmente demandada también por las mujeres africanas presentes en el encuentro
- Necesidad de documentar la situación sin buscar culpables para poder erradicar esta práctica desde la reconciliación.
Victoria Prego, presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid, afirmó que «tenemos que informar sin agredir». Por su parte Eliza Anyangwe, periodista camerunesa, colaboradora de varios medios occidentales en Europa como The Guardian o CNN, explicó a la audiencia la necesidad de cubrir la información desde otra perspectiva. «No podemos entender asuntos complejos si los reducimos a términos muy sencillos como África o mujer africana. Si hablamos de la MGF, también tenemos que explicar también la pobreza», destacó.
Jolly Kamuntu, periodista, presidenta de AFEM, defensora de los derechos de las mujeres en la República Democrática del Congo fue otro de los regalos del encuentro. Documentó la historia de las mujeres víctimas y de cómo utilizaban los medios comunitarios para denunciar la violencia que sufren muchas de ellas. “Las mujeres tienen que hablar, contar sus historias, porque así consiguen sanar. La palabra es el mejor medicamento para curar algunas heridas”.
Kamuntu, contó las verdades de la guerra y la violencia que han sufrido las mujeres congoleñas. «La mentalidad congoleña no permite que se hable de sexo en público. Esta mentalidad ha influido mucho en la multiplicación de las violencia y las violaciones. En la guerra las mujeres víctimas tenían que estar calladas. Las llevaban a un campo de fútbol y las violan a todas en público, delante de sus maridos. Otras veces las enterraban vivas para que su maridos corrieran a rescatarlas en lugar de enfrentarse a sus violadores. Les disparaban en los genitales, les cortaban los pechos y se los llevaban. La MGF ha servido como arma de guerra.
Kamuntu también contó su lucha desde la sensibilización y la comunicación. «Iniciamos una campaña denominada, Desafiar el silencio: medios contra la violencia sexual que tenía como objetivos recoger los testimonios de las mujeres. Al principio, ninguna se atrevía a hablar. Nos llevamos a las mujeres a la selva para entrevistarlas. Se unieron a nosotras otros periodistas procedentes de Burundi, El Congo y otras regiones de África para contar al mundo lo que ha pasado. Cuando se publicaron los reportajes, las mujeres se pusieron a disposición para hablar. Querían contar sus historias a pesar de que ello podría acarrear graves consecuencias», documentó Kamuntu.
«Las autoridades de Naciones Unidas nos han dicho, vete, que si te quedas, te van a matar», narraba Kamuntu. «Yo no me puedo ir. Si nos vamos, ¿quién va a dar la palabra a esas mujeres? Yo me siento muy orgullosa porque tenemos un papel importante en la sociedad. Tenemos mujeres en la radio, tenemos teléfonos para denunciar la violencia utilizando los medios. Cuando nos llega una comunicación de que alguna mujer está siendo maltratada en un lugar concreto, lo publicamos. Las mujeres, por esencia, somos comunicadoras: hablamos, buscamos la paz y la justicia»
Emanuela Zuccalá, investigadora, periodista y escritora italiana, también participó en las Jornadas documentando la teoría de la MGF y rompiendo algunos mitos y estereotipos sobre esta práctica. «MGF significa cualquier corte en los genitales femeninos sin ningún razón médica. Es cultural. Existe un fuerte estereotipo que la asocia con la religión islámica, pero eso no es cierto. No tiene que ver con el islam para nada. Durante los últimos años, muchas autoridades africanas en los diferentes países han emitido dictámenes en contra la MGF pero culturalmente se sigue practicando».
En cuanto a la lucha contra la MGF, Zuccalá ha afirmados que «han sido las mujeres africanas las que han luchado y han conseguido los cambios. Y no solamente los superheroínas como Edna, una de las protagonistas de unos de los vídeos proyectados en el encuentro y que se reproducen en el reportaje que Zuccalá ha publicado también en Planeta Futuro, La lucha de la mujeres contra la MGF. «También hay mujeres normales», afirmaba. «Un grupo de mujeres salvaban a las niñas de la infibulación. Las niñas con 10 y 11 años se veían obligadas a dejar los estudios para casarse y sufrir de MGF. Este grupo de mujeres las acogían en sus casas y las salvaban siendo ellas pobres». Una profesora pidió a un colegio un patio para acoger a las niñas masáis que eran víctimas de MGF. Éstas historias son las que cuentan, apuntó Zuccalá.
En algunas comunidades masáis se dieron cuenta que cuando veían que las chicas después de los 14 años no se habían casado, habían estudiado, podrían contribuir a la sociedad. Mientras, aquellas que habían seguido la tradición, sólo sabían cuidar de la casa, destacó Zuccalá.
Desde una perspectiva periodística debemos centrarnos en la voz y la perspectiva, intervino Anyangwe ¿Dónde está la voz de las mujeres que llevan años y años trabajando? No tenemos que hablar de lo que está bien o mal sino de los derechos. Incluso con los políticos que no quieren escuchar hablar de las mujeres. Podemos hablar de las finanzas comprometiendo al 50% de la población. Hay que pensar en el público que tenemos en cada momento. interpretar a la audiencia, a nuestro público y eso es lo realmente difícil.
Por su parte, Kamuntu recordó que en el Congo «hay muchas organizaciones internacionales, pero cuando miras lo que ocurre en el país te preguntas, realmente ¿existen o no? La comunidad internacional ha hecho lo posible para ayudar al Congo a erradicar la MGR, pero ha sido la población congoleña la que en realidad ha luchado para hacer que las cosas cambien», destacó.
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