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La Plataforma de Infancia aplaude la aprobación en Consejo de Ministros de los proyectos de infancia

20 Feb, 2015 | ACTUALIDAD

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El Consejo de Ministros ha dado luz verde hoy al Anteproyecto de Ley de Protección de la Infancia y su Ley Orgánica Complementaria. La reforma ha sido impulsada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y presentada por la Vicepresidenta, Ministra de la Presidencia y Portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

La Plataforma de Infancia ha valorado positivamente esta reforma, en la que ha tenido la oportunidad de trasladar propuestas a los borradores de sendos Anteproyectos. Carlos Martínez-Almeida Morales, Presidente de la Plataforma de Infancia, ha afirmado que «supone un cambio de modelo sobre el anterior sistema de protección y aun cuando esperábamos su aprobación desde finales del año pasado, valoramos como positivo este paso por parte de todas organizaciones que, de manera más directa, hemos tenido la oportunidad y el privilegio de aportar en su redacción». Asimismo, agregó, «se ha mantenido un amplio y participado diálogo durante su revisión, que ha procurado responder a los principios y disposiciones de la Convención sobre los Derechos del Niño y a las recomendaciones que el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas trasladó a España en 2010».

La reforma vincula a una docena de normativas modificando, entre otros, el sistema de adopciones, la regulación de los centros de menores de edad con trastornos de conducta, el papel de los niños y niñas en los procedimientos judiciales o su protección frente a situaciones de violencia de género. Entre sus diversas mejoras, la Plataforma de Infancia destaca cuestiones como una mejor regulación del principio del interés superior, avances igualmente con respecto al derecho del niño a ser escuchado, así como en relación al derecho de información y asistencia por parte de las Administraciones Públicas.

Nuevo marco jurídico 

Martínez-Almeida sostiene que se trata de «un nuevo marco de regulación de los derechos de los niños y niñas», fundamentado en estos cuatro pilares: priorización de las medidas familiares frente a las institucionales, las estables frente a las temporales, las consensuadas frente a las impuestas y las nacionales frente a internacionales. El interés superior del menor pasa de ser un concepto jurídico indeterminado a ser un derecho fundamental, lo que se traduce, entre otras cuestiones, en el derecho a ser escuchado y a participar en todos los procesos que le afecten.

Este nuevo modelo supone una reforma en profundidad del sistema de protección tanto en la entrada con la regulación de la guarda voluntaria como en las medidas de protección existentes: acogimiento familiar, residencial y adopción. La protección y prevención se convierte en principio de actuación. Las personas condenadas por delitos sexuales no podrán trabajar con niños y niñas y éstos serán considerados también víctimas de violencia de género.

La importancia de la prevención

Martínez-Almeida recuerda que «es necesario impulsar políticas orientadas a prevenir que los niños y niñas entren en el sistema de protección. Es decir, es tan importante reforzar el sistema de protección de la infancia como impulsar medidas que eviten que entren en el propio sistema. Por ejemplo, apunta Martínez-Almeida, en la actualidad resulta «imprescindible trabajar en medidas concretas que aseguren que ningún niño o niña en España esté en situación de pobreza o de exclusión social».

La nueva regulación propone nuevos escenarios y formas de actuación, por lo que debe ser clave que todos los profesionales implicados en la puesta en marcha del nuevo modelo reciban la debida formación y orientación.

Por otra parte, en el caso de la externalización de los centros es necesario que las Administraciones Públicas velen por garantizar el cumplimiento de los estándares de calidad de los servicios subcontratados cuando se utilice este modelo de gestión indirecto.

Deberes y derechos de la infancia

La reforma contempla otros temas como el «Catálogo de deberes de los niños y adolescentes» en las esferas familiar, escolar y social, que incluye el respeto a los padres, hermanos, profesores; respeto a la dignidad, integridad e intimidad de las personas con que se relacionen, entre otros. En este sentido, Martínez-Almeida ha recordado las palabras de Jorge Cardona Llorens, miembro del Comité de los Derechos del Niño, en declaraciones a un medio español sobre esta cuestión: «los deberes de las mujeres son los mismos que los del hombre. Y los deberes de los niños son los mismos que los de los adultos, es decir, respetar… Todavía existe la mentalidad de que si le doy derechos a los niños, les tengo que dar obligaciones. No les damos nada; reconocemos que tienen los derechos. Aún existe recelo porque existe la sensación de que el niño no es un sujeto de derecho como cualquier otro, sino un objeto propiedad de los padres».

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