Niñas, niños y adolescentes han participado junto al director de la Oficina de Derechos Humanos, la directora general de Derechos de la Infancia y la Adolescencia, miembros de Naciones Unidas, personas expertas y sociedad civil en la jornada ‘La infancia y la crisis climática: los retos de la degradación medioambiental y el cambio climático en relación a la infancia’, organizada por la Plataforma de Infancia en CaixaForum Madrid.
Madrid, 31 de marzo de 2022. “La agenda climática y la agenda de la infancia deben ir de la mano. No podremos garantizar los derechos de la infancia mientras no haya medidas efectivas para frenar el cambio climático” ha explicado hoy Macarena Céspedes, vicepresidenta de la Plataforma de Infancia en la jornada “La infancia y la crisis climática: los retos de la degradación medioambiental y el cambio climático en relación a la infancia” organizada por la Plataforma de Infancia en CaixaForum Madrid con el objetivo de visibilizar el impacto del cambio climático en la infancia; así como para debatir y reflexionar sobre propuestas de acción con niños, niñas y adolescentes, el director de la Oficina de Derechos Humanos, la directora General de Derechos de la Infancia y la Adolescencia, miembros del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas, personas expertas y sociedad civil.
Los participantes, han coincidido en señalar que el cambio climático y el deterioro medioambiental son cuestiones claves con las que las futuras generaciones tendrán que convivir y a las que hoy en día ya nos estamos enfrentando. El aumento de las temperaturas, con una media de 1,2º desde la época preindustrial y cerca de 2,2º en Europa, la escasez de lluvias que afecta al acceso al de agua potable, problema al que ya se enfrenta el 40% de la población mundial, el deshielo de los polos que ha supuesto un aumento del 16% del nivel del mar desde principios de siglo XX o el avance de la desertificación, a la que está especialmente expuesta España tienen un impacto negativo directo en la población mundial y, especialmente, en la infancia, poniendo en riesgo el disfrute de su derecho a un medio ambiente saludable, a la educación, a la salud o al ocio y juego, entre otros.
“El derecho ambiental está indisolublemente vinculado a los derechos humanos y a los derechos de la infancia. Sin un medio ambiente saludable, aire limpio, o agua, nadie dispondría de las necesidades más básicas para la vida” ha explicado Céspedes.
En los últimos años, el papel del activismo infantil y juvenil en la causa climática ha sido decisivo para la toma de consideración de este tema en la agenda política y social, hasta el punto de reconocer a nivel internacional a niños, niñas y jóvenes, como defensores de derechos humanos, Sin embargo, no siempre han sido, ni son consultados para la toma de decisiones. En relación con este aspecto, la Convención sobre los Derechos del Niño, y todos los estándares internacionales existentes, son claros con respecto a que los Estados deben garantizar su derecho a ser escuchados y a expresar libremente sus opiniones, en todos los esfuerzos nacionales y territoriales para mitigar la crisis climática y adaptarse a ella.
El análisis presentado en esta jornada sobre los retos que la degradación medioambiental y el cambio climático plantean en relación a la infancia, recoge propuestas trabajadas por las organizaciones de infancia y por chicas y chicos, de entre 11 y 17 años, representantes de entidades miembro de la organización y EPIC, el Equipo de Participación Infantil por el Cambio de la Plataforma de Infancia. Es necesario poner en marcha medidas efectivas en áreas especialmente sensibles para la infancia, como garantizar que la escuelas y sus entornos sean espacios sostenibles y seguros para la infancia, instando a las Administraciones competentes a aprovechar la oportunidad que suponen los fondos de recuperación para presentar proyectos que hagan realidad la transformación de los centros educativos y los conviertan en agentes clave de la lucha contra el cambio climático a la vez que contribuyen a la realización de los derechos de los niños y niñas
Lucía, participante en grupo de chicas y chicos y de La Liga por la Tierra de UNICEF España, ha pedido en la jornada “fomentar el consumo de los alimentos frescos, de proximidad y de temporada por parte de niños y niñas” entre otras medidas para garantizar el derecho a la salud. En sentido, es especialmente importante garantizar una alimentación sostenible y saludable en los comedores escolares, priorizando las cocinas propias en los centros escolares en detrimento de los servicios de catering que durante los últimos años se han ido imponiendo, y la utilización de productos locales y de temporadas, con el objetivo de reducir las emisiones por el transporte de alimentos y asegurar una alimentación equilibrada para la infancia.
La educación ecosocial es una herramienta esencial para dar las herramientas necesarias a los niños, niñas y adolescentes para hacer frente a los retos relacionados con el deterioro medioambiental. En este sentido, los chicos y chicas han pedido establecer una asignatura obligatoria que visibilice la crisis climática entre la infancia y juventud, promover actividades en centros escolares de recogida de residuos, diseñar casas y edificios de oficinas que requieran menos energía para calentarse y refrescarse, reducir el IVA a los productos ecológicos, y desarrollar campañas de sensibilización sobre la necesidad de comprar y consumir menos. “Los chicos y chicas tenemos muchas propuestas para frenar la crisis climática. Pero necesitamos vuestro apoyo. ¿Nos ponemos manos a la obra?” ha preguntado Jordi, representante de Plan Internacional, al público adulto asistente a la jornada.
Además, la Plataforma de Infancia ha realizado otras propuestas como promover políticas de movilidad en las ciudades que pongan a la infancia en el centro y que generen zonas de bajas emisiones o apostar por las zonas verdes, que ayudan a potenciar la actividad física de todas las personas y en especial de los niños, niñas y adolescentes, incentivando su derecho al juego.