Madrid, 3 de junio de 2019: Entrando en su noveno año, el conflicto en Siria es la mayor crisis humanitaria en décadas. Más de 6 millones de sirios se encuentran internamente desplazados dentro de Siria y más de 5.6 millones se han visto obligados a buscar refugio fuera del país. Solo en Siria, casi 12 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, de las cuales 5 millones son niños.
Ocho años de conflicto han causado daños irreversibles y sufrimientos a los niños y sus comunidades. El reciente informe anual del Secretario General de la ONU sobre los niños y los conflictos armados señaló que en 2017 se registró el mayor número de violaciones graves verificadas contra niños y niñas en Siria.
“Cuando los niños vean matar, sentirán que está bien matar. Si ven una bala en el suelo, la recogerán y pensarán que está bien usarla. Los niños se acostumbran a matar”. Zena, 16, Siria.
Cualquier escalada adicional del conflicto, particularmente en Idlib que alberga a un gran número de personas desplazadas internamente, corre el riesgo de tener un impacto devastador en las comunidades ya vulnerables. Cualquier nuevo derramamiento de sangre y violaciones graves contra la infancia debe ser prevenido.
Por eso es fundamental presionar a la comunidad Internacional y otros actores implicados para una solución inmediata y pacífica al conflicto, incluyendo una extensión del acuerdo de zona de amortiguación desmilitarizada en Idlib, así como asegurar la protección a las niñas y niños refugiados y sus familias de los retornos forzosos a un país que no es seguro.
«Cuando regresamos a Siria, todos vivíamos uno al lado del otro, después de la guerra, todos nos separamos, algunos de nosotros seguimos vivos y otros murieron«, Mohammad, 15 años, Siria.
Proteger a los niños de graves violaciones, devoluciones forzadas y otras formas de violencia
A Ahmad, de 15 años, le encantaría ir a la escuela, pero pasa sus días trabajando en los campos, alrededor de Mafraq, en Jordania. Al igual que muchos otros niños sirios de la región, no puede ir a la escuela porque su familia depende de los ingresos que obtienen sus propios hijos. Cuando se le preguntó sobre sus deseos y cómo la comunidad internacional puede ayudar a Siria, Ahmad y otros niños hablaron de hospitales, escuelas y otros servicios esenciales, pero sus sueños siguen sin cumplirse año tras año.
Las evaluaciones actuales de ACNUR sostienen que las condiciones para el retorno seguro, voluntario y digno de estos refugiados a Siria no se cumplen actualmente. La gran mayoría de los refugiados sirios no tienen intención de regresar en los próximos doce meses. Si lo hicieran, y de acuerdo con la evaluación de ACNUR, las preocupaciones sobre la seguridad son el obstáculo más citado para los retornos. Para algunos refugiados, el reasentamiento en un tercer país sigue siendo la única solución duradera viable, pero las oportunidades de reasentamiento continúan disminuyendo.
La destrucción de viviendas e infraestructura crítica también representa una barrera para los retornos. Las intervenciones sostenibles que respaldarían la capacidad de recuperación de las poblaciones afectadas y ayudarían a preparar el camino para obtener retornos seguros y dignos no cuentan con fondos suficientes.
World Vision insta a la comunidad Internacional y otros actores implicados a:
- Trabajar con los gobiernos en los países de acogida para garantizar que los derechos de los refugiados sean respetados y que las niñas y niños refugiados y sus familias no sean devueltos a Siria de manera forzada o involuntaria, donde su seguridad puede estar en riesgo.
- Asegurar que los retornos a Siria que puedan ocurrir sean seguros, dignos y voluntarios, y que los refugiados tengan acceso a información fiable en la que basar su decisión sobre si regresar a Siria.
- Reconocer que algunos refugiados elegirán no regresar a Siria e incrementar las oportunidades de reasentamiento en terceros países para los más vulnerables, asegurándose de que reciban el apoyo adecuado durante todo el proceso, incluso en el país de reasentamiento.
- Reconocer que la recuperación temprana es necesaria para apoyar la resistencia de las poblaciones afectadas en Siria y es un requisito previo para que los retornos a gran escala sean seguros, voluntarios y dignos.
- Asegurar que la financiación para la programación de recuperación temprana se asigne solo en función de la necesidad y que toda la programación sea coherente con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el Derecho Internacional Humanitario y los principios humanitarios de humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad.