La pobreza infantil es una carga para la sociedad europea y la economía. Impide que los niños y niñas desarrollen todo su potencial y niega los derechos de la infancia en el presente, en el aquí y el ahora. Los niveles de pobreza infantil están aumentando con la crisis actual y los gobiernos deben actuar ahora para evitar que la brecha entre ricos y pobres crezca aún más.
Eurochild, organización asociada a la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN EU), aplaude la Recomendación de la «Invertir en la infancia: romper el ciclo de la desventaja», impulsada por László Andor, Comisario Europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, que reconoce que abordar la pobreza infantil es fundamental para el logro de la “Estrategia Europa 2020 de crecimiento inteligente, sostenible e integrador».
Más de 25 millones de niños y niñas en la Unión Europea (más de 1 de cada 4) están en situación de pobreza, privación material y/o viven en hogares en los que no trabaja ningún adulto. Preocupan especialmente los niveles de privación material severa. Un estudio reciente de Eurochild detectó un dramático aumento en la necesidad de alimentos y ropa en una serie de países. Los niños y niñas en Bulgaria y Rumania tienen el 60% y el 55% (respectivamente) de probabilidades de sufrir privaciones materiales, en comparación con un promedio del 20,7% en la UE-27. La Recomendación de la Comisión Europea proporciona una orientación útil a los Estados miembros sobre la manera de combatir la pobreza infantil y promover el bienestar de la infancia. Se demanda un enfoque basado en los derechos de la infancia y unas estrategias integradas basadas en tres pilares:
- Acceso a los recursos adecuados.
- Acceso a servicios de calidad a precios asequibles.
- Derecho de los niños a participar.
Es importante destacar que la Recomendación está unida a la aplicación de la Estrategia Europa 2020 y de los mecanismos financieros de la UE para asegurar el progreso y el seguimiento. Se encomienda a los Estados miembros a que adopten objetivos nacionales de reducción de la pobreza infantil y la exclusión social.
Ahora todos los ojos están puestos en los Estados miembros y los gobiernos regionales para invertir en la infancia. Las medidas de austeridad en varios países han impactado negativamente en las políticas favorables a la familia. Han dado lugar a recortes en servicios vitales, como el apoyo a través de guarderías, la educación, las acciones a favor de la familia para la crianza de los hijos y el trabajo con jóvenes. La Recomendación y el Paquete de Inversión Social explican claramente que la inversión social es una parte integral de la estrategia de salida a la crisis actual. Al retirar la inversión en la infancia y las familias, acumulamos graves problemas para el futuro.
En la Recomendación se envía un mensaje claro a los Estados miembros: ¡basta ya!
Los miembros de Eurochild y otros actores de la sociedad civil vamos a utilizar las orientaciones políticas de la UE para presionar a los gobiernos regionales y nacionales correspondientes. Debemos aprovechar para ello los procesos de la UE, como la gobernanza económica (Semestre Europeo) y las negociaciones sobre el presupuesto plurianual (marco financiero) para garantizar la inversión en la infancia.
Eurochild va a empoderar a los actores nacionales para hacerlo en un evento organizado en conjunto con UNICEF (entidad miembro de la Plataforma de Infancia) y la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN), bajo los auspicios de la Presidencia irlandesa, del 10 al 11 de abril de 2013, y con el apoyo de las organizaciones asociadas irlandesas.
La Plataforma de Infancia, por su parte, hará igualmente uso de la Recomendación procurando que la lucha contra la pobreza y la exclusión de la infancia sea definitivamente una prioridad en España. Hasta el momento, la puesta en marcha tanto del I Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia 2006-2009 (PENIA) como de diversos Planes Nacionales de Acción para la Inclusión Social, junto con otras iniciativas, no han tenido el impacto necesario para su reducción. La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) y el propio Comité de los Derechos del Niño recalcan la necesidad de priorizar debidamente a la hora de impulsar políticas las labores de coordinación, la planificación de las actuaciones, la identificación de responsables, la dotación de recursos, así como la aplicación de procesos de seguimiento y evaluación de iniciativas. Igualmente, la Convención establece el principio del interés superior de la infancia en todas las medidas que adopten las instituciones, así como que los Estados Partes adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos recogidos en la Convención. Sólo a través de un compromiso firme enmarcado en el enfoque que establece la Convención, se logrará que las medidas que se proponen ahora nuevamente, surtan efecto.
Fuente:
Traducción realizada por EAPN España del documento “Reacciones de Eurochild a la Recomendación de la Comisión Europea Invertir en la infancia: romper el ciclo de la desventaja”.