Desde que el pasado diciembre un colegio de Barcelona se movilizará por una mayor pacificación y seguridad en el entorno de su centro escolar, esta protesta periódica se ha incrementado hasta sumar a más de un centenar de colegios bajo la iniciativa #RevueltaEscolar.
Las asociaciones de madres, padres, y los propios niños y niñas demandan la reducción de los carriles de circulación en los entornos escolares, hasta un máximo de un único carril. También demandan radares, limitar la velocidad a 20 kilómetros por hora y controles sobre el ruido. Otras reclamaciones son la eliminación de plazas de aparcamiento en los accesos de colegios e institutos, controles de niveles de contaminación y la obligatoriedad que dentro de los edificios el aire sea limpio y de alta calidad. Además, que todos los espacios ganados se dediquen exclusivamente a los peatones y a los elementos verdes diseñados para maximizar la protección delante de humos y ruidos.
El impacto de la contaminación atmosférica y acústica contribuye al empeoramiento de las condiciones de vida y la salud, tal y como traslado la Agencia Europea de Medio Ambiente. Y este afecta especialmente a los más vulnerables, entre los que se incluyen los niños y niñas. Se estima que alrededor del 90% de la población urbana de la UE “está expuesta a concentraciones de alguno de los contaminantes atmosféricos más perjudiciales que la OMS considera nocivas para la salud”. Otros estudios también han trasladado el impacto de esta contaminación en los niños, afectando a su capacidad memorística a largo plazo, y a su capacidad de atención. Además de la inseguridad vial y otros efectos nocivos como el ruido.
La Convención sobre los Derechos del Niño, tratado ratificado por España, establece en su artículo 24 “el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud”. Cuestión sobre la que, como explicaba en su Observación General número 15, implica “evitar los peligros y riesgos que la contaminación del medio ambiente local plantea a la salud infantil en todos los entornos”.
Estas reivindicaciones se están produciendo cada dos semanas, generalmente los viernes al finalizar las clases. Tienen un marcado sentido reivindicativo y participativo. En la actualidad participan colegios de 11 ciudades como Badalona, Barcelona, Bilbao, Girona, Guadalajara, Madrid, Melilla, Olot, Sabadell, Sant Cugat y Valencia.
- Más información sobre la iniciativa en revueltaescolar.es
- Guía para añadirse a la #RevueltaEscolar