19 de febrero de 2019, Madrid. Tras el nuevo dictamen del Comité de los Derechos del Niño que reprueba a España con motivo de la devolución en caliente a Marruecos de un chico de 15 años natural de Malí que saltó la valla de Melilla en 2014, Save the Children pide a España que aplique con la mayor brevedad las recomendaciones recibidas y que modifique la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana. Esta norma supuso en intento de legalizar las devoluciones en caliente en contra de la legislación internacional ratificada por el propio país.
Save the Children recuerda que todos los Estados están obligados a atender de manera individualizada las circunstancias que han llevado a cada persona a intentar entrar en su territorio, prestando particular atención si se trata de un perfil que necesita protección, como una niñas o niño no acompañado, el tipo de caso sobre el que se ha pronunciado el Comité de los Derechos del Niño tras la denuncia impulsada por el European Center for Constitutional and Human Rights (ECCHR) y de Fundación Raíces. En todas las circunstancias se debe facilitar acceso a asistencia legal y a un intérprete y, en el caso de los menores no acompañados, identificar lo antes posible sus necesidades de protección, particularmente en la frontera, al correr el riesgo de ser devueltos.
Save the Children considera que es imprescindible que se afronte una revisión profunda de las actuales actuaciones en la frontera con Marruecos y que se apruebe un protocolo tanto para la identificación de perfiles que necesitan protección en todos los puntos de acceso al territorio como para la formación de los agentes en frontera sobre sus obligaciones hacia los niños y niñas.
“Pedimos que las operaciones en frontera se realicen en pleno respeto con los derechos humanos, con un protocolo de identificación de los perfiles que necesitan especial protección y en particular de los niños y niñas migrantes y refugiados”, explica Ana Sastre, directora de Políticas de Infancia y Sensibilización de Save the Children.
Como recoge la resolución del Comité de Derechos del Niño, Save the Children también ha pedido en repetidas ocasiones a España que priorice siempre el interés superior del menor en todo este tipo de actuaciones, y que este prevalezca sobre la condición de extranjero.
En los últimos dos años al menos 1.265 personas migrantes y refugiadas han sido devueltas en caliente desde Ceuta y Melilla, según el Ministerio del Interior. Debido a la falta de procesos de identificación, Save the Children recuerda que las estadísticas no reflejan cuántas de ellas eran niños y niñas.
Save the Children trabaja, en coordinación con otras organizaciones y las administraciones públicas, en Melilla, Andalucía o Cataluña atendiendo a la infancia migrante más vulnerable, centrando sus esfuerzos en los niños y las niñas que viajan solos, en los que son víctimas de abusos o de trata y en los que huyen de guerras y otras situaciones extremas.