Un estudio de Save the Children refleja que los niños y niñas afectados han quedado traumatizados después del desastre y sufren ansiedad, depresión y fobias. El 87% de los niños está estresado o muestra agresividad, el 75% no es capaz de expresarse bien y el 70% se siente inseguro, tiene miedo a la gente, al agua, a los espacios abiertos y a la oscuridad.
“Este estudio demuestra que nos niños y niñas aún están desolados y aterrados por lo que ha ocurrido. Muchos tienen pesadillas y no han superado el desastre. No tienen ropa adecuada, han perdido sus juguetes y sus escuelas aún están cerradas. Estas pérdidas son simplemente demasiado para un niño. Si no reciben la ayuda necesaria para afrontar los problemas emocionales tendrán baja autoestima e inseguridad a lo largo de su vida”, explica Lucía Losoviz, responsable de Programas Internacionales.