TRÍPOLI, 6 de enero de 2020 – La reciente escalada de violencia en Trípoli, Libia, ha tenido un coste devastador en la educación de los niños y niñas, con cinco escuelas destruidas y 210 escuelas cerradas, empujando a más de 115.000 niños fuera de la escuela en Ain Zara, Abu Salim y Souq al Juma.
El 3 de enero, cuatro escuelas fueron atacadas en la localidad de Souq al Juma al este de Trípoli, causando grandes daños y afectando a casi 3.000 estudiantes.
Los recientes ataques a instalaciones educativas y la inseguridad general en Trípoli y sus alrededores están poniendo en peligro la vida de niñas y niños con solo ir a la escuela cada día. Ningún padre o madre debería tener que elegir entre la educación de sus hijos o su seguridad. En lugar de ser espacios seguros para aprender y crecer, las escuelas en Trípoli se han convertido en lugares de miedo.
Los niños que no van a la escuela corren un mayor riesgo de violencia y reclutamiento para la lucha.
La educación es un derecho básico para todos los niños y niñas, incluso en áreas afectadas por conflictos. Los ataques a instalaciones educativas son una grave violación de los derechos de la infancia, el derecho internacional humanitario y los derechos humanos. Privarles de la educación tiene un impacto devastador en su bienestar y futuro.
UNICEF hace un llamamiento a las partes en el conflicto en Libia para proteger a los niños y niñas en todo momento, detener los ataques contra las escuelas y abstenerse de la violencia, incluidos los ataques indiscriminados contra civiles y la infraestructura civil.