Madrid, 10 de septiembre de 2021 – Las operaciones de World Vision Afganistán se reanudaron el domingo (5 de septiembre) -tras semanas de suspensión- con la implementación de actividades móviles de salud y nutrición y distribución de alimentos en el oeste del país.
Las clínicas móviles tienen como objetivo alimentar a los niños y niñas que padecen desnutrición y tratar los problemas de salud urgentes. En total, se reanudaron seis equipos sanitarios móviles (cuatro en Herat y dos en Ghor), junto con la distribución de alimentos del PMA (Programa Mundial de Alimentos) en Ghor. El equipo sanitario móvil de World Vision atiende a las familias desplazadas por el conflicto en otras partes del oeste de Afganistán, y a las comunidades vulnerables que las acogen. Son el primer punto de contacto para los problemas de salud que pueden requerir un tratamiento inmediato o posterior.
La directora nacional de World Vision, Asuntha Charles, explica: «Estamos aliviados de volver al trabajo después de semanas de incertidumbre, angustia y conflicto. Ahora estamos centrados en reconstruir nuestras operaciones. Tenemos que conseguir que el personal vuelva a trabajar, que nuestros sistemas sean operativos, reequipar a nuestros equipos sanitarios móviles con productos farmacéuticos y EPI, y poner en marcha al personal que se encargará de nuestras operaciones de asistencia alimentaria del PMA».
La prioridad de World Vision, centrada en la infancia, es garantizar que los niños y niñas que padecen desnutrición se incorporen inmediatamente a los programas de alimentación. Para ello, la ONG también se está asociando con el PMA para distribuir alimentos en las provincias de Badghis y Ghor. En la actualidad, el equipo participa en los trabajos preparatorios necesarios para ampliar las distribuciones sobre el terreno.
Más de 18 millones de afganos, al menos la mitad del país, necesitan ayuda humanitaria tras la grave sequía, el conflicto, los desplazamientos y los recientes efectos de la COVID-19. Sin embargo, actualmente no se dispone de fondos suficientes para satisfacer sus necesidades. El plan de respuesta de la ONU, de 1.300 millones de dólares, está financiado actualmente sólo en un 39%. Se ha hecho un nuevo llamamiento urgente de la ONU, en el que se solicitan 193 millones de dólares adicionales. La respuesta de World Vision, de 15 millones de dólares, pretende ayudar a un millón de personas, la mitad de ellas niños y niñas. Hasta ahora, se ha conseguido poco más de 1 millón de dólares del total de 5,7 millones de dólares prometidos por los donantes.
World Vision está en negociaciones con los talibanes en las provincias en las que trabaja para garantizar la seguridad y el acceso del personal, con especial atención a la seguridad de las trabajadoras humanitarias y los beneficiarios. También está siguiendo de cerca las conversaciones entre la ONU, los representantes de los gobiernos internacionales y los representantes talibanes de Afganistán. El resultado de esas conversaciones marcará la rapidez con que las agencias de ayuda puedan responder a la grave crisis de hambre que amenaza la vida de 2,7 millones de afganos.
Como ONG, World Vision cree en el derecho de las mujeres a trabajar, al igual que los hombres. Las mujeres son una parte esencial para que World Vision pueda llevar a cabo una programación eficaz con las mujeres y niñas vulnerables de las comunidades. World Vision se une a la comunidad humanitaria para insistir en que las mujeres formen parte de los equipos de trabajo y que los programas no se inicien sin garantías de que así sea. No se puede permitir que ningún niño muera. World Vision tiene garantías de que las clínicas móviles de salud y nutrición, y el trabajo de distribución de alimentos en Ghor pueden ser atendidos por mujeres y que éstas pueden asistir como beneficiarias.
El domingo, el jefe de la UNOCHA, Martin Griffiths, se reunió con el mulá Baradar, líder de los talibanes en Kabul, donde destacó el papel imparcial de las agencias en la prestación de asistencia humanitaria y protección. También se comprometió a que la comunidad internacional satisfaga las importantes y urgentes necesidades de Afganistán. Los talibanes le aseguraron su cooperación.
Asuntha Charles, que asistió a una reunión online que Griffiths mantuvo con ONG internacionales, afirmó que: «Es esperanzador que los talibanes inviten a las agencias humanitarias a continuar con su trabajo, con la participación de hombres y mujeres. En este momento crítico, es más importante que nunca que sigamos trabajando juntos para defender los derechos de todas las personas en Afganistán, incluido su derecho a recibir ayuda para salvar vidas. Somos muchas las ONG que ya hemos trabajado en zonas del país que antes estaban bajo la influencia de los talibanes, por lo que conocen nuestro trabajo y quiénes somos».